Un
cinturón de seguridad es un arnés diseñado para sujetar a un ocupante de un
vehículo si ocurre una colisión y mantenerlo en su asiento. Comenzaron a
utilizarse en aeronaves en la década de 1930 y, tras años de polémica, su uso
en automóviles es actualmente obligatorio en muchos países. El cinturón de
seguridad está considerado como el sistema de seguridad pasiva más efectivo
jamás inventado, incluida la bolsa de aire ("airbag" en inglés), la
carrocería deformable o cualquier adelanto técnico de hoy en día.
El
objetivo de los cinturones de seguridad es minimizar las heridas en una
colisión, impidiendo que el pasajero se golpee con los elementos duros del
interior o contra las personas en la fila de asientos anterior, y que sea
arrojado fuera del vehículo.
Actualmente
los cinturones de seguridad poseen tensores que aseguran el cuerpo en el
momento del impacto mediante un resorte o un disparo (tensor pirotécnico). El
cinturón se debe colocar los más pegado posible al cuerpo, plano y sin nudos o
dobleces. Los pilotos de competición llevan los arneses bastante apretados,
pero no se considera necesario en un coche de calle.
El
cinturón de las caderas debe estar situado por delante de las crestas ilíacas,
los huesos que sobresalen en las caderas. Esto es para que sujete al cuerpo
contra un hueso duro y no contra el abdomen blando. En el caso de las
embarazadas, se vende un accesorio para asegurarse que el cinturón queda debajo
del abdomen. Se engancha entre las piernas a la banda de la cintura y por
debajo del asiento.
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